domingo, 27 de enero de 2013

Hélade

Encaminé mis pasos al oeste, hacia la histórica península. Atenas brillaba con el sol de invierno.
Terminaré este texto cuando todo acabe, y no ha hecho más que empezar.

Imponente se alzaba el Partenón sobre la Acrópolis, y la puesta de sol potenciaba el espíritu clásico.
El beige de las casas que rodean la colina y terminan el el puerto de Pireos.
Por allí andaría Sócrates en algún momento de la Historia. Allí estuvo Pericles.
Nunca más sujetarán el Erectión las Cariótides.

Atenas es arte urbano y es revolución.
La ciudad que lucha y piensa. Exargia esconde esas personas que comparten los ideales junto a una taza de café en cuaquier bar cerca de la plaza. Andrea y Renata, ciudadanos del mundo, que unieron un trocito de su vida con la tuya. Conexiones imperecederas. Atenas son también viejos amigos. Pavlos y Kimos, guitarra y percusión. No muere el arte ni la cultura de la Hélade.

Ahora me esperan el norte y el frío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario