Marruecos.
Marruecos huele, vibra se siente.
A 14km de nuestro pais los hombres visten chilaba y las mezquitas pregonan el Allah uh Akbar.
El caos se esconde en las medinas y las especias se amontonan en cestas de mimbre.
Otra vez el ruido incesante y los colores que brillan.
Marruecos huele, vibra se siente.
A 14km de nuestro pais los hombres visten chilaba y las mezquitas pregonan el Allah uh Akbar.
El caos se esconde en las medinas y las especias se amontonan en cestas de mimbre.
Otra vez el ruido incesante y los colores que brillan.
Las mujeres que bajo sus ornamentados pañuelos
me brindan timidas sonrisas, que con placer respondo por saber que esa
magica conexion solo se ha de producir entre nosotras, universo
prohibido a los hombres.
La plaza de Jemaa el Fna abarrotada y bulliciosa se paraliza cuando suena el canto del iman.
La musica resuna al ritmo de los tambores bereberes.
El Mediterraneo cruza el estrecho y el tiempo parece mas lento.
Poco a poco, estoy empezando a despertar.
PD. Es imposible encontrar tildes y acentos en un teclado marroqui. Disculpen las molestias.
La plaza de Jemaa el Fna abarrotada y bulliciosa se paraliza cuando suena el canto del iman.
La musica resuna al ritmo de los tambores bereberes.
El Mediterraneo cruza el estrecho y el tiempo parece mas lento.
Poco a poco, estoy empezando a despertar.
PD. Es imposible encontrar tildes y acentos en un teclado marroqui. Disculpen las molestias.
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